
La mayoría de los turistas provenían desde la ciudad de Buenos Aires, quienes solían llegar mediante las líneas del ferrocarril Sarmiento. Pero un evento trágico haría que Epecuén pasara a ser un lugar deshabitado y en ruinas.
En noviembre del año 1985 debido a la fuerza del agua y los vientos se rompió el terraplén de piedra y tierra que separaba la laguna de la población, inundando de a poco el pueblo. En dos semanas ya habían dos metros de agua, y un año después, el pueblo ya estaba tapado por 4 metros de agua, cantidad que se fue incrementando por un largo tiempo.

En los últimos años el agua fue bajando, y aquél pueblo inundado está resurgiendo. Se espera que cuando las ruinas estén completamente a la superficie, Epecuén vuelva a ser un lugar visitado por turistas que querrán ver el recuerdo de aquel epicentro turístico de la región.
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